La Facultad de Ingeniería de la UNLP participará activamente en su ejecución. Una vez finalizado su desarrollo se colocará en órbita alrededor de 500 y 750 kg a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra.
Este lanzador satelital hará posible que la Argentina se posicione entre uno de los 10 países que desarrolle tecnología espacial para poner en órbita satélites propios desde el territorio nacional, ofreciendo su servicio a otros países vecinos y del mundo.
La Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata participara del asesoramiento técnico y de diseño en esta actividad que realizara la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la empresa VENG como principal contratista, en el marco de una inversión estimada en 9730 millones de pesos, en el marco del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas.
“El desafío está en que uno tiene que desarrollar toda la tecnología de la propulsión, lo que sería el motor. Lo que significa no solo tener la capacidad de hacer cálculos sino poder manufacturarlo, conseguir los materiales. Estos procesos son muy estratégicos, no podes ir a comprarlo a algún lado, lo tenés que desarrollar”, explica Juan Sebastián Delnero, director ejecutivo y de carrera del Departamento de Ingeniería Aeroespacial de la UNLP.
“El Tronador II es un lanzador satelital en el que, hace varios años, viene trabajando la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), y que, ahora, se está reactivando. Es un vehículo a combustible líquido que tiene la capacidad de poder lanzar o inyectar satélites, de un promedio de 400, 500, 600 kilogramos, a lo que se denomina una ‘órbita baja’, que ronda cerca de los 400 o 500 kilómetros de altitud”
La fabricación del Tronador II pertenece al Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) del programa de Acceso al Espacio de la CONAE.
Además de la empresa VENG también colaboraran en la fabricación del proyecto más de 50 empresas nacionales e instituciones públicas del sistema nacional de ciencia y tecnología argentino.
“Argentina es pionera en el desarrollo aeroespacial en nuestra región. Nuestro recurso humano es extraordinario. Recurso que es fruto de una educación pública de excelente calidad. Lo veo en mis alumnos y alumnas en la Facultad de Ingeniería desde hace más de 30 años”, expresó Marcos Actis, quien además dirige el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) en la UNLP, preside VENG y es miembro del directorio de la CONAE.
