Bélgica mostró sus mejores armas ante una desorientada Inglaterra y la venció por 2-0 para quedarse con la medalla de bronce del tercer puesto del Mundial de Rusia.
El tanto tempranero de Meunier a los 4 minutos de partido le vino como anillo al dedo a los dirigidos por Roberto Martínez. Con la ventaja en el marcador, se replegaron e intentaron lastimar con los contraataques característicos de este equipo, con Hazard, De Bruyne, Lukaku y Meunier con un nivel altísimo y manejando de gran forma la pelota en el ataque.
Por el lado inglés, poco, por no decir nada al cierre del primer tiempo. Lo único fue un disparo de Harry Kane tras un rebote desde afuera del área. Los dirigidos por Southgate son por demás dependiente de la pelota parada y esta vez, ante un equipo superior que no brinda debilidades, le costó pisar por abajo el área defendida por la muralla belga.
El segundo tiempo fue intermitente. Si bien Bélgica dominó las acciones, Inglaterra lo incomodó sobre todo con las pelotas paradas que tanto lastimaron durante esta competencia. Pero el conjunto belga se enchufó y en los últimos 15 minutos le tiró toda la categoría y experiencia encima para ser el ganador absoluto del encuentro.
A los 36 del complemento, llegó el segundo tanto obra del mejor jugador del Mundial, Eden Hazard. Esto resultó un golpe de KO para los de Southgate que se derrumbaron y no intentaron ni pisar el área belga. Fue 2-0 para Bélgica y una medalla de bronce que simboliza un gran esfuerzo de una Selección que, quizás, mereció más en este Mundial.
El gol tempranero de Meunier:
El gol definitorio de Hazard:
