Cuando todos los caminos conducían a un Newell’s-Central fuera de Santa Fe y sin parcialidades locales y visitantes, apareció un atisbo de esperanza para que el clásico rosarino de los cuartos de final de la Copa Argentina sea accesible para los fanáticos.
En el día de hoy el Ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, no dio por cerrado que el partido se juegue en la provincia y con ambas parcialidades.
“Estamos esperando la comunicación de Copa Argentina. Dieron un comunicado el viernes que salimos a desmentir con mucha fuerza y vamos a trabajar fuertemente para estar a la altura; no queremos entrar en la discusión de si estamos o no preparados”, aseguró el ministro en un medio de la provincia.
Tras las idas y vueltas de las instituciones y los organismos estatales, solo faltaba la oficialización de la Copa Argentina para que el partido se juegue en la cancha de Lanús, al sur del Gran Buenos Aires y a puertas cerradas.
Leprosos y Canallas acordaron jugar el partido el miércoles 7 de noviembre en uno de los dos estadios. El Coloso Marcelo Bielsa y el Gigante de Arroyito albergarán el encuentro según lo que determine un sorteo con escribano público, si la organización del torneo acepta esta nueva propuesta acercada por los clubes.
