Mario Mandzukic pasó de héroe a villano en tan solo 90 minutos. De darle el pase a la final a Croacia con su tanto ante Inglaterra, a tener la desgracia de marcar en su propia puerta para abrir el marcador a favor de Francia.
El delantero croata la metió en su propio arco y estableció una nueva marca en la historia de la Copa del Mundo: anotó el primer gol en contra en una final. Además, el de Rusia es el Mundial con más autogoles en la historia.
Así fue el gol en contra: