Mucho se habló y mucho se seguirá hablando. Es que aquel partido definitorio entre Vélez y Huracán, que terminó con el título para los de Liniers en 2009, es una herida que todavía no cierra en el hincha quemero. Así se lo hicieron saber un grupo de simpatizantes del Globo que se encontraron con Gabriel Brazenas, árbitro de dicho encuentro, en un bar de Moscú, Rusia.