Uno de los recuerdos más buscados en Buenos Aires 2018 es el peluche de Pandi, el yaguareté que fue elegido como mascota oficial de estos Juegos Olímpicos de la Juventud.
Sin embargo, hubo un motivo por el cual este producto no pudo ser comercializado al público: fue por un error que cometió el importador del muñeco.
En todas las tiendas oficiales se podía encontrar que Pandi tenía un valor de 1.500 pesos argentinos (unos 40 dólares), y así figuraba en el listado.
El importador quiso ingresar la mercadería al país como otro producto, que no cumplía con todas las exigencias que debe pasar un juguete para ser vendido al público.
Desde la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) informaron que “la forma en que se pretendió importar por el importador original no cumplía con las exigencias de seguridad de juguete ni de los etiquetados establecidos”.
Y agregaron: “No hizo algo ‘ilegal’. Los trajo por el régimen incorrecto y la única solución rápida fue canalizarlo por un régimen que prohibía la venta por falta de estampillado”.
El contenedor que quedó en la Aduana tenía cerca de 370 kilogramos de mercadería en peluches. Para destrabar la situación, se llegó a un acuerdo de que Pandi no se podría vender, y sólo fueron entregados a los atletas en las ceremonias de premiación.
