Kevin Anderson sacó provecho del buen momento que atraviesa y tras un maratónico partido, accedió a la final de Wimbledon. El sudafricano derrotó a John Isner en la semifinal más larga de la historia por 7-6 (6), 6-7 (5), 6-7 (9), 6-4 y 26-26. De esta manera, definirá un Grand Slam por segunda vez, ya que en 2017 cayó en el US Open ante Rafael Nadal.
Tras un encuentro de 6 horas y 35 minutos en el Court Central del certamen británico, al vencedor casi que no le quedaron fuerzas para festejar la victoria. La similitud en el estilo de juego de ambos, provocó que el trámite fuera parejo y con el servicio como arma principal.
Anderson anotó 49 aces en todo el cotejo mientras que el estadounidense hizo lo propio 53 veces. Además, este último tuvo un 78% de puntos ganados con el primer servicio contra 84% del ganador. Sin dudas de las principales cualidades en los dos tenistas.
El número 8 del mundo aguarda por el ganador del duelo entre Rafael Nadal y Novak Djokovic para medirse en la instancia final.
