El domingo que viene Brasil volverá a jugar una Copa del Mundo cuando se enfrente a Suiza, haciendo borrón y cuenta nueva de la histórica catástrofe que sufrió: el traumático partido por el tercer puesto que tuvo que jugar en su Mundial, luego de la goleada sufrída por 7-1 en manos de Alemania.
Pero la herida todavía está, y solo se va a cicatrizar si Brasil levanta la copa en Rusia. Neymar recordó lo sucedido cuatro años atrás y fue un tanto crítico con el rendimiento de sus compañeros: “Conmigo en el campo, creo que el resultado habría sido diferente. Estoy bastante seguro de eso. Lamentablemente, el destino decidió en ese momento. Debo aceptarlo, aunque todavía es difícil”.
El crack del Scratch no pudo jugar ese partido, debido a una lesión que sufrió en los cuartos de final ante Colombia: “Fue una derrota enorme para todos los brasileños. También para mí porque, aunque no estaba en el campo, era parte del equipo. Me sentí tan derrotado como ellos”.
El jugador del PSG sabe que contra los suizos comenzarán a torcer la historia: “Ahora tenemos pronto la oportunidad de borrar el último Mundial. Tal vez nos volvamos a encontrar y esperamos que haya una revancha”.
