Con la participación estelar de Kevin Durant, los Golden State Warriors se pusieron a un triunfo de alcanzar su tercer título de la NBA al vencer este miércoles por 110 a 102 a Cleveland y poner la final 3-0 a su favor.
En un equipo plagado de estrellas, cuando uno de ellos parece no estar en su noche, siempre aparece otro para lucirse y y llevarse todos los aplausos.
Anoche, Stephen Curry, quien venía de brillar con sus largos triples en el segundo juego, aportó nada más que once puntos y la posta quedó en manos de Durant, quien además de finalizar con la impactante suma de 43 puntos y 13 rebotes, convirtió el tiro final de tres puntos que sepultó todas las esperanzas de LeBron James y compañía.
El ex Oklahoma City y medalla de oro con el seleccionado de su país en los Juegos Olímpicos Londres 2012 y Río de Janeiro colaboró también con 7 asistencias y un robo, y fue, junto a Draymond Green (10 puntos, 9 asistencias, 2 rebotes, gran aporte defensivo), pilar de un equipo que tuvo que batallar hasta los últimos segundo para quedarse con la victoria.
Esta vez, desde los números, LeBron James estuvo más acompañado por el resto de su equipo. El Rey, además de protagonizar una fenomenal jugada digna de los All Star Games, finalizó el compromiso con 33 puntos (12-22 en dobles, 1-6 en triples, 6-7 en libres), 11 asistencias, 10 rebotes, 2 bloqueos y 2 robos.
El conjunto de Oakland, campeón en las ediciones 2015 y 2017, podría consagrarse mañana viernes en caso de lograr una nueva victoria en el Quicken Loans Arena.
Los antecedentes marcan que ningún equipo en la historia ha podido remontar una desventaja de 0-3 en la serie de las Finales de la NBA.
