Poco le duró la alegría del primer gol al Real Madrid porque Mané empató las cosas para el Liverpool. Con el empate, Zinedine Zidane metió mano en el equipo: cambió a Isco por Gareth Bale.
Y el galés le respondió enseguida: ensayó una chilena fenomenal de un centro de Marcelo que se metió en el ángulo de Karius. La acrobacia de Bale adelantó al Madrid 2 a 1 en Kiev.