Tras conocerse la declaración de los futbolistas e integrantes del cuerpo técnico del Sporting de Lisboa ante los agentes de la Guardia Nacional Republicana (GNR) mediante una publicación que realizó el semanario portugués Expresso, se supo que Marcos Acuña y Rodrigo Battaglia fueron amenazados de muerte por la barra brava del club portugués, durante los violentos invidentes de la semana pasada.
Cuatro futbolistas afirmaron en sus testimonios que los dos argentinos eran buscados por alrededor de 50 barras, que ingresaron al vestuario con la cara tapada y antorchas. “¿Dónde están Acuña y Battaglia?”, fue el grito con el que entraron al lugar, según esbozó en su declaración el colombiano Freddy Montero.
El delantero de Costa de Marfil Seydou Doumbia y el portugués Daniel Podence, por su parte, sostuvieron que los ultras buscaban agredir a Acuña, Gelson, Rui Patrício, William y Battaglia.
El propio Battaglia afirmó que los individuos irrumpieron preguntando por él y que, al encontrarlo, seis personas lo “amenazaron de muerte” y lo insultaron, al mismo tiempo que le dieron “puñetazos en la cara, hombro derecho y el tronco”. Mientras el mediocampista intentaba protegerse de esta salvaje agresión, una persona lo golpeó en la espalda con un bidón de 25 litros de agua.
Por su parte, Acuña declaró que sobre él cayeron “cerca de cinco o seis personas” que le dieron “puñetazos en la cabeza y el cuerpo”. También recalcó que lo amenazaron diciendo que sabían dónde vivía y que debía “tener cuidado”.
Lo sucedido el pasado 15 de mayo marcó un antes y un después en Sporting de Lisboa. Aunque 23 personas se encuentra bajo prisión preventiva, Marcos Acuña y Rodrigo Battaglia, al igual que otros futbolistas, buscan rescindir su contrato con la institución.
