El Mundo Boca es complejo de sobrellevar. El Xeneize es uno de los clubes con mayor exposición no sólo a nivel nacional, sino latinoamericano y, por ello, sus jugadores deben soportar la presión de estar en la elite todo el tiempo. La eliminación de la Copa Argentina ante Central cayó como un balde de agua fría y ya comenzaron a resonar las críticas.
Y si hay alguien autorizado para hablar de Boca es el “Chicho” Serna. El ex “5” colombiano integró el plantel que ganó todo de la mano de Carlos Bianchi, por lo cual es querido y respetado por el público boquense.
Sobre el partido, Serna fue claro: Central fue a buscar con todo el encuentro y Boca no. “Fue un resultado cerrado, porque se dio un partido trabado, apenas hubo un gol de distancia entre uno y otro. Sin embargo, puede decirse que hubo una gran diferencia en Mendoza: Central lo jugó como una final y Boca no. A Central le fue la vida en cada jugada, en cada cruce, en cada pelota dividida: venía en un mal momento y se jugó todo a un partido. Para Boca no era lo mismo: no porque haya despreciado la Copa Argentina, que es un objetivo apetecible en sí mismo, sino porque las circunstancias son distintas a las de otras Copas. Por ejemplo, la del año pasado: esta vez, Boca venía de ser campeón y no dependía de esto para entrar a la próxima Libertadores. Y por otro lado, tal vez pensó que el partido se le iba a hacer más fácil de lo que fue. Se confundió, porque claramente, no pasó eso”, dijo el ex jugador.
Y añadió: “Ya no se gana con los antecedentes ni con la camiseta, sino jugando bien. Y Boca no jugó bien”.
Además, Serna reconoció que el plantel dirigido por Guillermo Barros Schelotto “no encontró su fútbol”. “Por primera vez en mucho tiempo, el equipo no encontró su fútbol. No lo encontró a nivel individual ni colectivo. Puede pasar. No estuvieron finos los generadores de fútbol (Gago, Pérez, Cardona) y en eso tuvo una gran influencia el partido que planteó el rival. Central lo hizo incómodo de principio a fin, con un juego áspero y físico (nunca vi a Tobio pechar un rival con la camiseta de Boca, parece que en Rosario puede hacerlo), no le dejó espacios para moverse y ésa fue su mayor virtud. Boca no lo pudo resolver en ningún momento. ¿Pudo haberlo empatado? Tal vez. Pero no tuvo tantas chances como las que veníamos acostumbrados a ver. Como tampoco las tuvieron los rosarinos: no hubo sufrimiento en defensa. El juego en las áreas brilló por su ausencia y el gol llegó por una desconcentración en una pelota parada. En juegos tan cerrados como el de anoche, esos detalles suelen tener una influencia decisiva, vital”, dijo.
Para cerrar, afirmó: “Es una posibilidad perdida, pero también deja una enseñanza: los partidos de Copa (sea la Argentina, la Sudamericana o la Libertadores), sobre todo los de eliminación directa, no son iguales que los de un campeonato. En un torneo largo, como el actual, si te va mal en una fecha hay otras 27 para recuperarse. En cambio, en estas circunstancias no hay revancha. Es como para tenerlo en cuenta, para que sirva de advertencia. Sobre todo pensando en el futuro”.
