A Diego Simeone se lo vio enjaulado en una platea del estadio en el partido que su Atlético de Madrid le ganó al clásico rival: Real Madrid, el poderoso tricampeón de Europa. El Cholo hizo historia en la Supercopa de Europa vengándose de las dos finales de Champions League perdidas, imponiéndose 4-2.
El argentino consiguió su séptimo título en el conjunto Colchonero y superó a Luis Aragonés (seis), transformándose en el entrenador con más consagraciones: una Liga, una Copa del Rey, una Supercopa de España, dos UEFA Europa League y dos Supercopas de Europa.
A pesar de los campeonatos, importantes en las estadísticas, hay que rescatar la impronta que Simeone le inyectó al club en todos sus aspectos. Su llegada fue un cambio radical en el Aleti, que estaba cayéndose al precipicio de la Segunda División. No solo lo rescató, sino que lo puso codo a codo con los grandes de Europa con una idea clara de juego.
A partir de ahí, el club compitió como candidato cada año en los torneos contientales. Reforzó su plantilla con jugadores top que llegaron seducidos por la propuesta del club y del entrenador. Hasta encaró la realización de un nuevo estadio con un costo de millones de euros, que hoy es una realidad.
La marca que le quitó a Boca Juniors
Simeone y su Atlético de Madrid destronaron una estadística que el Boca de Carlos Bianchi ostentaba desde el año 2000, cuando derrotó al Real Madrid 2-1 en la Copa Intercontinental. La última final que la Casa Blanca había perdido era aquella hazaña en Japón.
Solo le falta la estatua en el Wanda Metropolitano. Por lo pronto, Simeone seguirá haciendo méritos para tenerla, ya que ha declarado que su idea es continuar por varios años al mando del club, aún con el ofrecimiento del buzo del seleccionado argentino.
