Este terrible hecho se registró en la ciudad de Manchester, cuando una mujer de 46 años y su pareja, David Andrew Jeffers pasaban la noche en el Britannia Hotel y en esos momentos decidieron cumplir con una vieja “fantasía sexual”.
Se trataba nada menos que de incluir un arma durante el acto sexual y producto de esta situación el hombre de 47 años, al parecer en formal accidental gatilló mientras estaba sobre las partes intimas de ella.
En esos momentos, lejos de socorrer a la mujer, el sujeto decidió darse a la fuga, sin siquiera advertir la situación a alguien en el citado hotel.
Afortunadamente para la víctima, alguien escuchó los disparos e indicó a la policía que algo raro pasaba allí. Al llegar los uniformados, encontraron a la mujer tirada en el piso sobre un extenso charco de sangre y de inmediato solicitaron una ambulancia para su traslado.
Tras ser sometida a varias cirugias que le dejaron secuelas de por vida, según advirtieron los médicos intervinientes, la víctima del disparo se recuperó.
Por su parte, el cobarde hombre fue detenido dos días después. En esos momentos dijo que todo fue un “accidente” y explicó que el arma no era suya sino que la había tomado de un bar, al tiempo que pensaba devolverla.
En los últimos días, la justicia inglesa determinó que Jeffers, cometió el delito de darse a la fuga y no auxilar a la mujer. “Dejó a la víctima sangrando en una habitación de hotel, sin mostrarle ningún respeto por su vida” se pudo escuchar en la voz del juez durante su condena, la cual alcanzó los diez años de cárcel.
