El fanatismo no conoce de límites. El volante de la Selección Argentina de Fútbol, Javier Mascherano, regresará a Barcelona ya que por acumulación de amarillas no estará a disposición de Edgardo Bauza para el partido contra Bolivia.
Antes de tomar el avión de regreso a España, el jugador se encontró con una sorpresa inesperada. Uno de sus mayores admiradores lo quiso conocer personalmente y además quería mostrarle como imortalizó una jugada suya con un tatuaje.
La jugada en cuestión es aquella en donde El Jefecito se barre para taparle un disparo a Arjen Robben (semifinales del Mundial de Brasil 2014 contra Holanda), que podría haber terminado en gol. De hecho, después de esa jugada ocurrieron dos cosas.
Mascherano salió a declarar que por esa acción se había “abierto el ano” y que sintió “un dolor inmenso”. La otra cuestión es que a partir de esa salvada heroíca aparecieron los #maschefacts en Twitter, en donde comparaban al volante con algunos héroes de nuestra historia.