Terminó Sharp Objects: una serie filosa como su nombre

Terminó Sharp Objects: una serie filosa como su nombre
Terminó Sharp Objects: una serie filosa como su nombre

Por Alberto Ezequiel Fernández – @albezeq

Está bien, tenía que pasar. Había que enfrentar este vacío algún día: ayer se terminó Sharp Objects, otro tremendo acierto de HBO en materia de mini series. Y como nos lo veíamos venir, nos dejó masticando el control remoto.

Si no viste la serie o el capitulo final, leé tranquilo que no hay ningún spoiler.

Su director, Jean-Marc Valleé, que ya la había pegado fuerte con Big Little Lies, se las ingenió para concretar un final filoso como el nombre de la serie. Escenas que torturan al espectador casi tanto como a los personajes, disfrazan de policial oscuro a este dramón familiar y terrorífico. Si te gusta la tensión, esta serie es un must watch.

Qué historia retorcida y atrapante que plantea Sharp Objects, viejo. Ningún detalle está librado al azar. La crudeza del relato sin dudas la convierte en uno de los éxitos del año. Agradable noticia ver una serie cuyos personajes principales son en su mayoría mujeres. By the way, con papeles consagratorios incluso para Amy Adams.

Para algún desprevenido, la serie trata sobre la historia de Camille (Amy Adams), una periodista, ex (o no tan ex) paciente psiquiátrica, que vuelve a su pueblo natal Wind Gap, Missouri, a investigar el asesinato de dos chicas adolescentes. Sí, una combinación que no podía terminar bien.

Imaginate mezclar estos ingredientes: bosques sin salida, callejones con cadáveres, fantasmas del pasado, familias distópicas y personajes con problemas psiquiátricos. Es el mejor plato para los amantes del cine oscuro. Eso es Sharp Objects.

La autora Gillian Flynn ya nos tenía acostumbrados a escenarios ficticios y sombríos con Perdida (Gone Girl, 2014) y Dark Places (2015). Pero nos sacamos el sombrero con Wind Gap: un pueblo que es un personaje en sí mismo. En palabras de Flynn: “Quería crear un pueblo embrujado, rodeado de bosques y niños desaparecidos. Es como un cuento de hadas endemoniado en el sur de Missouri”.

Patricia Clarkson y Eliza Scanlen brillan – y nos psicopatean – en sus papeles de Adora y Amma, respectivamente madre y hermana de Camille. Para quienes recuerdan la peli Los Otros (2001), con Nicole Kidman, el andar de estos personajes tiene mucho de los de ese film. Aunque, vale aclarar, la historia no tiene nada que ver.

Wind Gap esconde muchos más secretos que los dos homicidios. Y esto se vuelve evidente con la repentina aparición de Camille en su casa. Nada está bien en ese hogar: la presencia de la periodista desequilibra aún más a una ya infame dinámica familiar, que con el transcurrir de los capítulos se va tornando más y más macabra.

El recuerdo de una hermana fallecida no deja en paz a Camille. Es esta instancia que no pudo superar la que le dificulta forjar un nuevo vínculo con Amma, a la que no conocía y termina siendo sustancial. Amma, ciclotímica y medio psicótica, despierta, coquetea y agudiza los conflictos inconclusos que forjaron la vida y la piel de Camille.

Otro personaje a tener en cuenta es Richard Willis (Chris Messina), un detective que acompaña y hace de soporte de Camille durante toda la serie. Sin definir un rol contundente entre amoroso y de lástima, notarán que el detective es una suerte de termómetro de Amy Adams. A medida que él avanza en el caso, ella va encontrando las piezas de su propio rompecabezas.

Y eso nos abre las puertas sobre un debate insoslayable: ¿Realmente Sharp Objects trata sobre un misterio en Wind Gap? ¿O nos cuenta a través de él los irremediables efectos que una niñez traumática y la auto represión tienen en una persona?

Si no dejamos salir al monstruo, el monstruo no nos deja salir a nosotros. Si no nos creen, vean Sharp Objects.