Kim Kardashian, en su última publicación de Beauty Blog de su página web, dijo que nunca más volvería a someterse a un Vampire Facial: “Sinceramente, fue lo mas doloroso que he hecho nunca”, aseguró.
La mediática lo probó en 2013, junto a su hermana Kourtney, como parte del reality Kim and Kourtney take Miami. “Poco antes de someterme al tratamiento descubrí que estaba embarazada, así que no podía usar crema anestésica ni ningún analgésico, ambos recomendados antes de empezar. Fue realmente duro y doloroso para mí”.
Sin embargo, la mayor de las Kardashian sigue siendo una gran fan del tratamiento, que también probaron modelos como Bar Rafaeli, el actor Ruper Everett y la estrella de Bachelor Kaira Maguire.
De acuerdo con sus defensor, el tratamiento es ideal para eliminar arrugas y dar brillo a la piel. Los médicos primero cosechan sangre del cuerpo, lo centrifugan para separar el plasma y las plaquetas de los eritrocitos.
El proceso lleva entre tres y cuatro sesiones para una persona con piel normal y entre seis y diez para aquellos que tienen acné.
