El Parque Nacional Kruger en Sudáfrica suele ofrecer a los turistas momentos únicos. Pero si además esos visitantes tienen suerte, podrían presenciar escenas que parecen sacadas de un documental o una película. Eso fue lo que ocurrió a Mervyn Van Wyk y a su esposa Tokkie, quienes visitaban esa atracción y quedaron fascinados por el comportamiento animal. Y además, pudieron registrar en su cámara lo ocurrido.
Mientras eran dirigidos por un guía a través de ese extenso parque, vieron cómo un cocodrilo atrapaba a un ñu de una de sus patas traseras. El animal quería escapar de las fauces del reptil, pero no podía. Tras cansarlo, el lagarto comenzó a arrastrarlo a las profundidades de la laguna en la cual se encontraban.
El destino del bóvido parecía sellado. Indefenso y ante la mirada de otros ñus y de una decena de cebras que observaban la situación, no esperaban otro final que el predecible. Sin embargo, ocurrió lo inesperado.
“El ñu quería escapar fuertemente mientras el cocodrilo lo arrastraba hacia atrás. Estaba exhausto”, contó Van Wyk. Y luego observaron junto a su esposa que algo se movía en la superficie del agua. Creyeron que eran más caimanes en ayuda del predador. Pero no. Eran dos hipopótamos que atacaron al cocodrilo para que soltara a su presa.
“Esto permitió al ñu escapar a pesar de que tenía una pata rota. No podíamos creer lo extraño de la situación”, dijo el testigo y concluyó: “Nunca había visto a un hipopótamo ayudar a otro animal”.
