Los All Blacks comenzaron el Rugby Championship con un triunfo en Australia

Los All Blacks comenzaron el Rugby Championship con un triunfo en Australia
Los All Blacks comenzaron el Rugby Championship con un triunfo en Australia

All Blacks

Con el resultado 54-6 a los 9 minutos del segundo tiempo, cuando cada ataque y hasta cada pelota recuperada terminaba indefectiblemente en try, cuando la defensa de los Wallabies se mostraba absolutamente incapaz de frenar la marea negra, todo hacía indicar que sobrevendría una goleada histórica. Pero los Wallabies reaccionaron en la última media hora y apoyaron cuatro tries, no lo suficiente como para opacar la gran actuación neocelandesa pero sí para dejar evidencia de su peligrosidad. Ni los Springboks ni mucho menos los Pumas pueden dar ese partido como dado.

Al final el 54-34 que marcó el tablero final del ANZ Stadium de Sydney significa la máxima cantidad de puntos anotados para Nueva Zelanda ante Australia, superando el 51-20 de 2014. Sin embargo, se quedó lejos de la diferencia de 37 (43-6) registrada en 1996.

Así, el campeón inició la defensa del título del Rugby Championship sacándose el mal gusto que le había dejado el empate en la serie ante los British & Irish Lions el mes pasado y dejó en claro que batirlos sigue siendo casi imposible.

Lo que hizo Nueva Zelanda en los primeros 50 minutos rozó la perfección. Cada ataque terminó en try, lo mismo que cada pelota recuperada. Australia hilvanó un par de jugadas interesantes, pero debió conformarse con seis puntos. En cambio, Nueva Zelanda llegó ocho veces al in-goal, la máxima cantidad en este clásico que tuvo su versión 159ª. Siete había sido la máxima anterior.

Ante la baja de Jordie Barrett, Steve Hansen apostó por el joven Damien McKenzie, relegó a Israel Dagg y mandó a Ben Smith de wing, y la movida le salió bien. El joven de 22 años de Chiefs venía siendo relegado (sólo jugó su tercer partido) pero tuvo una gran actuación y apoyó un try. Los demás fueron obra de Rieko Iaoane (dos), Ryan Crotty (dos), Sonny Bill Williams, Liam Squire y Ben Smith. Beauden Barrett aportó siete conversiones.

Cabe hacer la salvedad de que la defensa de los Wallabies hizo su parte. En total erró 30 tackles para un 69% de efectividad, muy pobre para el rugby internacional, imperdonable contra los All Blacks.

En la última media hora, los Wallabies encontraron algo de inspiración, recuperaron la motivación y demostraron de qué son capaces al apoyar cuatro tries (Israel Folau, Curtis Rona, Tevita Kuridrani y Kurtley Beale, además de 14 puntos con el pie de Bernard Foley) y cerrar con un parcial de 28-0. No alcanzó para empañar la demolición negra, pero sí para dejar evidencia de su peligrosidad.