Por eso no sorprendió ver a Federico Bal como invitado 48 horas después que su ex estuviera sentada en el mismo sofá junto Carolina “Pampita” Ardohain.
El hijo de Carmen Barbieri quedó bastante lastimado luego de las declaraciones de Barbie en el programa de la modelo por KZO donde dudó de haber estado enamorada de Bal e incluso afirmó que hoy ya estaba disfrutando de una nueva relación, más sana y linda, motivos por los cuales su pasado con Federico ya era simplemente eso: un pasado.
“Pampita”, como habitualmente suele hacer con sus invitados, comienza la entrevista por un costado familiar y una vez que el invitado se siente cómodo, aborda los temas de actualidad concernientes a esa figura. Pero en el caso de Federico Bal, era evidente cómo el actor esperaba la pregunta en torno a su ex pareja, como ansioso de contar detalles judiciales y emocionales de su relación con Barbie Vélez.
“Me molestó mucho que Barbie Vélez manchara mi nombre”, puntualizó el actor, que cuando debió hablar de la situación de la causa por la cual le habían impuesto una perimetral por supuesta violencia de género, agregó: “Terminaron las demandas contra mí. Pero las demandas contra ella no. No me gusto lo que dijeron su madre y ella durante un año. La justicia le otorgó una medida perimetral por una mentira de ella. Quiero demostrar que lo que se dijo de mí, no era verdad. Es un dolor muy grande que una mujer que amé, me haya traicionado así”.
“¿Vos la amaste?”, preguntó Pampita. “Sí, con todo mi corazón. Y no tengo por qué no decirlo. Era un amor roto, que no estaba limpio. Yo sigo teniendo sus fotos en Instagram, no borré las fotos porque ella fue parte de mi vida. Me dio momentos lindos y otros más feos. Ella me enseñó a no permitir un montón de cosas, de cosas que no volvería a hacer. No la ví nunca más”, afirmó.
La conductora indagó sobre qué pasaría si se volvieran a cruzar, si habría posibilidad de aclarar qué fue lo que pasó o solo mantener una charla, y Federico fue firme y contundente con su respuesta. “Hoy no volvería a cruzarme con ella y charlar. No tengo nada que de qué hablar. Una mujer que dijo mentiras de mí, no tengo nada que seguir. Ya no queda más nada. No es presión ni interés, no tengo más nada de qué hablar. No me quedó ni rabia, ni resentimiento. Fue la enseñanza más grande mi vida”, finalizó el tema.
