Muchos sonrieron, pero no fue una broma. “Por ahora, a la ansiedad la estamos manejando con medicamentos”, confesó.
Lo dijo en serio. Sus latosas humoradas se las reserva para la intimidad, en público Sampaoli casi ni ofrece muecas. Se refería a la cuenta regresiva hacia el partido con Uruguay, que lo desvela y lo apasiona.
Hace semanas que juega el clásico rioplatense con el que el próximo 31 de agosto se reanudarán las eliminatorias. La Argentina está en una situación extrema, una distracción más y desfilará por el barranco.
Por eso, el técnico desafió: “Los jugadores que veamos con cierto grado de presión, difícilmente participen”. Están advertidos entonces: temerosos abstenerse.
“No puede haber futbolistas que no quieran vestir esta camiseta”, agregó. En arenas movedizas, Sampaoli les tocó el orgullo.
Muchos futbolistas estaban arruinados anímicamente. Y no hace tanto, mientras apenas recogían 11 de los últimos 24 puntos.
“Tenemos que salir de esta mierda”, alertaba Messi. Agüero confesaba que “no ir a Rusia sería lo más doloroso de nuestras vidas”.
¿Podrá el grupo activar la resiliencia? Será ahora o habrán gastado la última bala de plata. “Buscaremos liberarlos para que aparezca la mejor versión, que aparezca la frescura”, amplió Sampaoli. Cree en su aguijoneado honor.
Habló 36 minutos y respondió 32 preguntas. París, Milán, Londres, Barcelona, Sevilla, de nuevo Barcelona y Madrid, enumeró, y así detalló la excursión que iniciará el próximo lunes para visitar a varios jugadores. Pero su cabeza está obsesionada con Montevideo.
“Necesitamos ganarle a Uruguay para pasarlos y dejarlos atrás”. A la espera de la comunicación del TAS, sólo una victoria en el Centenario afianzará a la selección en la zona de las cuatro plazas directas. “En el partido de la histeria, necesitaremos jugadores que piensen”, disparó Sampaoli.
Y siempre vuelve al ojo del huracán. “Cien veces ya he vivenciado este partido. Uruguay lleva mucho tiempo de trabajo y en eso nos saca ventaja. Apostará al juego aéreo para darle utilidad a su ofensiva, seguramente iniciará sus ataques con pocos pases. Y nosotros deberemos resolver cómo y dónde recuperar para iniciar nuestro juego asociado. Serán dos metodologías distintas. Pero será también un partido bisagra para ambos”.