Roger Federer sigue escribiendo la historia del tenis con la raqueta al conquistar el octavo título de Wimbledon en su cuenta personal y décimo noveno Grand Slam. Una de las claves de tanto éxito, es sin dudas la mentalidad ganadora que lo lleva a ir por más en cada competencia.
Dicha ambición se ve reflejada en cada festejo cuando obtiene un torneo, y esta tarde conmovió al mundo cuando no pudo contener las lágrimas de emoción ante miles de personas que colmaron el All England.