De su infancia, del origen de su apodo, de lo terrible que era como estudiante, de sus primeros pasos en la música y de su experiencia trabajando en Buenos Aires, durante la época del “Bailando por un sueño”.
“Mí apodo viene porque usaba de cuna un cajón de Coca”.
“A veces me he sentido la ‘negrita del interior’, no sólo me ha pasado a mí, a nosotros nos llegan contratos mal escritos de productores número uno. Siempre he sentido como una diferencia… hasta que dicen ‘ah, tiene talento’, uno se va abriendo camino como puede, no es fácil ser mujer en este ambiente”, contó la cantante.
