Lionel Messi vive horas muy duras. La Comisión Disciplinaria decidió castigar a la Pulga con cuatro partidos de suspensión por los insultos al árbitro asistente del partido ante Chile.
Según el periodista Martín Arevalo, el jugador del Barcelona “no puede creer por qué lo suspendieron. Está golpeado y no se quería borrar del encuentro con Bolivia”.
La palabra oficial vino por parte del secretario de selecciones de AFA, Jorge Miadosqui. “Messi está triste, vino a jugar y debió haber jugado”, sostuvo el dirigente sanjuanino a las puertas del hotel donde concentra la Argentina en Santa Cruz de la Sierra.
Miadosqui aseguró que “el procedimiento no agrada y se sienta una jurisprudencia importante en el fútbol, y ahora por video la FIFA va a tener que sancionar también”.
