Perseguir tormentas puede resultar peligroso. Así lo demostró este lunes el equipo de Todo Noticias (TN) -con el meteorólogo José Bianco como “showman” principal- que viajó a la localidad de Roque Pérez para transmitir en vivo la tormenta de granizo que luego sacudió a la Ciudad de Buenos Aires.
Mientras se acercaban al epicentro de la tormenta, Bianco contaba a cámara: “Estamos en el corazón mismo de la tormenta. De un lado el cielo despejado. Del otro lado la tormenta. Van a ver cómo de golpe nos metemos en la parte de la precipitación. Miren cómo se va poniendo el cielo y el horizonte va desmejorando. Voy a intentar frenar para mostrarles”.
Luego, en cuestión de segundos, la transmisión tomó un tinte dramático, de la mano del relato de Bianco: “Uy, atentos, no saben la velocidad con que se mueven las nubes ahora. Ya se está viniendo el agua. El viento empezó a soplar de golpe. Llega la cortina de lluvia. Fijate la velocidad de las nubes. Esto es el frente de ráfagas, que hizo bajar la temperatura casi 10 grados en dos minutos”.
Las imágenes en ese momento mostraron cómo las piedras de hielo empezaban a aparecer en el lugar. Bianco, a tono, explicaba, mientras corría hacia el auto para refugiarse: “Esto duele, son pocas las piedras, pero miren cómo rebota. Vamos adentro, dale, dale, antes que te pegue alguna”, se escucha que le dice José Bianco a su camarógrafo, Matías Rebella. Y agrega: “¡Matías, haceme caso, es peligroso, es peligroso, Matías por favor son piedras de cinco centímetros!”, gritó a su compañero, quien no le hizo caso por varios segundos.
En ese momento, la transmisión se cortó.
Varios minutos después, el conductor Nelson Castro entrevistó a José Bianco, quien contó: “Pasó lo que pasa cuando uno está al aire libre y hay granizo. Sabemos el carácter de él de no achicarse (por el camarógrafo). Le pegó una piedra en la cabeza y estamos yendo al hospital de Lobos. Está bien, 10 puntos, pero le sangró bastante”.
Más tarde, el propio camarógrafo, Matías Rebella, confirmó cómo ocurrió el accidente: “Ahora estoy un poco mejor, dolía bastante, al principio sentí el golpe, pero nunca pensé que estaba sangrando, recién cuando me enfrié empezó a dolerme. Llené toda la camioneta de sangre”.
