Tornquist: en un secuestro virtual le robaron 1.700.000 pesos

El secuestro extorsivo virtual fue cometido a un hombre de 70 años. En una bolsa entregó 200.000 pesos y en otra, 10.000 dólares.

El robo bajo la modalidad “cuento del tío” se produjo cuando un hombre de 70 años atendió el teléfono y el interlocutor se hizo pasar por su hijo. El falso hijo aseguró que estaba a merced de delincuentes que lo habían reducido y golpeado y que se encontraba secuestrado.

El masculino de 70 años habló luego con el falso secuestrador quien le dio indicaciones para que su hijo sea liberado con vida. Así fue que dejó una bolsa con 200.000 pesos en un mojón en la Ruta Nacional N° 33 a la altura del kilómetro 49.

Luego el delincuente le requirió más dinero y el damnificado puso en una bolsa 10.000 dólares y la dejó en el mojón del kilómetro 17 de la ruta mencionada. Un rato más tarde la víctima cayó en la cuenta de la estafa cuando se comunicó al celular de su hijo y el hombre le indicó que nada le había pasado.

El hecho es investigado por personal policial y la UFI en turno en un caso caratulado estafa.

Luego de afirmar que la noticia que circula en redes es cierta, el Secretario de Seguridad y Gobierno de Tornquist , Ezequiel Gabella aclaró que “desde la Secretaría no podemos dar a conocer el reporte porque las víctimas no han decidido hacerlo público. La estafa, de manera contraria al secuestro, es un delito de acción privada”.

La extorsión telefónica es un tipo de fraude de acción delictiva que, a través de la intimidación, simula el secuestro de un familiar o allegado creando un cuadro de angustia severo para quien recibe la llamada. Su finalidad es forzar la entrega de bienes materiales o dinero con el fin de realizar la “entrega” de quien se encuentra secuestrado.

En cuanto al proceder, cabe realizar dos aclaraciones: “cuando se trata de un secuestro en donde alguien se encuentra, efectivamente, privado de su libertad y se lleva a cabo la extorsión para su rescate, la policía debe actuar sea o no la voluntad de la víctima porque es un delito grave de acción pública para el debido esclarecimiento de los hechos, motivo por el cual no se debe ocultar”, explicó.

Caso contrario sucede con las estafas telefónicas, comúnmente denominadas “El cuento del Tío”, en donde “no se lleva a cabo ningún secuestro, pero, el impacto de la llamada es tal en la víctima, que actúa de manera rápida y luego se da cuenta de que fue estafada”.

Este último se considera como delito privado, y sólo puede hacerse público en la medida en que, quien resulte damnificado, decida hacer su denuncia de público conocimiento. Es por eso que, desde la Secretaria de Seguridad y Gobierno y desde el Destacamento Policial de la vecina ciudad no se brindó ningún tipo de información de índole pública.

Detectando casos similares en el Partido de Guaminí, se ha montado una línea de investigación de Norte a Sur con el trazado de un mapa, de manera simultánea, para dar con los malhechores.

Quienes padecen, en su mayoría, de estas estafas telefónicas son adultos mayores que, ante el enorme impacto emocional que generan estos llamados, responden de manera inmediata.

Un caso se dio en el distrito de Guaminí donde a una mujer le dijeron que tenían a su hija secuestrada y se escuchaba una mujer llorando de fondo. La víctima dejó el dinero (15 mil dólares) en una bolsa en la vereda y, minutos más tarde, los delincuentes pasaron a retirarlo.

Fuente: eldiariodepringles

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