Encontraron en Olavarría una yarará grande en plena Autopista Fortabat

Encontraron en Olavarría una yarará grande en plena Autopista Fortabat
Encontraron en Olavarría una yarará grande en plena Autopista Fortabat

El ejemplar venenoso fue trasladado al Bioparque La Máxima por Bomberos Voluntarios. Fue vista y atrapada por un vecino. Recomendaciones: qué hacer, qué no y dónde llamar.

Un vecino de Olavarría localizó y atrapó una víbora que pudo ser identificada como Yarará Grande (Bothrops alternatus), en Autopista Fortabat al 10600. El ejemplar pudo ser trasladado al Bioparque Municipal La Máxima por Bomberos Voluntarios de dicha ciudad.

En Olavarría, estos animales se encuentran en el cordón serrano del sistema de Tandilia, donde son endémicas las yararás grande y ñata, por lo que es común que aparezcan en la zona serrana del Partido.

Este hallazgo sorprende por el lugar, ya que se tienen pocos registros de encuentros en el sector oeste de Ruta Nº 51, y a partir de él y otros que se vienen dando con otros ofidios, desde el Bioparque “La Máxima” se aclara que estos ejemplares son venenosos y en caso de mordedura es imprescindible el tratamiento médico.

Aunque la acción del tóxico no pone en riesgo la vida del accidentado de manera inmediata, se hace urgente la necesidad de recurrir al uso de la antitoxina específica, con la mayor premura concurriendo a un centro de salud próximo.

No obstante se sabe que cuando una persona y una serpiente se encuentran, lo normal es que esta última trate de pasar desapercibida o escapar si se le da la posibilidad.

Por lo general, las serpientes sólo muerden cuando son pisadas o apresadas, cuando se ven sorprendidas por un movimiento repentino y no pueden huir o cuando no se hace caso a su posición defensiva y la persona se acerca demasiado superando el umbral defensivo del ofidio.

También resulta importante comprender uno de los roles ecológicos clave en el Ecosistema, que es controlar las poblaciones de roedores (especies sumamente prolíficas que, sin esos adecuados frenos naturales, acarrearían notables perjuicios a la vegetación en general y -particularmente- a los seres humanos ya que transmiten enfermedades zoonóticas).

Generalmente, la serpiente sale a cazar cuando cae la tarde, que es la hora en la que abundan sus presas favoritas, los roedores -lauchas de campo, ratas conejo, ratas coloradas y cuises pampeanos- por lo que es una hora en la que debiéramos extremar las medidas de prevención.

Resulta peligroso atravesar áreas poco conocidas (pajonales, bosques, selva), especialmente por la noche, así como trepar por rocas o árboles o caminar en zonas donde puedan ser poco visibles por la presencia de hierba alta, desniveles en el terreno u oquedades.

Otra práctica de riesgo es introducir las manos en huecos de árboles, cuevas, nidos o fogones abandonados, levantar piedras o troncos sin tomar los recaudos necesarios, así como intentar cazar o tomar serpientes con las manos cuando parecen muertas. Es peligroso hostigar a una serpiente o manipularla.

¿Qué hacer?

Desde el Bioparque La Máxima se recomienda que ante la presencia de un animal sospechoso, comunicarse inmediatamente al 103 Defensa Civil o al 100 Bomberos Voluntarios de Olavarría o al 423211 Bioparque “La Máxima”, tratando de no perder de vista el ejemplar y no tratar de capturarlo por el riesgo que esto implica en la manipulación de los mismos.

En las áreas donde se encuentran ofidios, se aconseja

  • No salir al campo sin zapatos y ropa adecuada: para caminar por la hierba alta o en la maleza lo mejor es llevar pantalón de loneta, con botamanga ancha, botas altas de cuero o goma gruesa por debajo de los pantalones, o usar polainas.
  • No acercarse a las serpientes. Si no es posible alejarse a tiempo, abstenerse de hacer movimientos bruscos.
  • No tocar nunca a una serpiente, ni siquiera aunque parezca muerta. Algunas se quedan inmóviles para que no las ataquen.
  • Tener precaución al atravesar áreas poco conocidas (pajonales, bosques, sendas). Es recomendable hacerlo acompañado por perros lugareños (animal centinela).
  • Cuando se va a realizar una actividad en un área ofidiógena, informarse sobre las serpientes venenosas locales consultando con alguien conocedor. Aprender a distinguirlas y enterarse de dónde pueden encontrarse. La mayor parte de ellas vive a nivel del suelo en cuevas, bajo rocas, troncos o arbustos.
  • Tomar mayores precauciones por la noche, ya que es entonces cuando desarrollan su mayor actividad muchas serpientes.
  • Indicar a los niños que no anden descalzos, que preferentemente lleven botas y que lleven una linterna cuando salgan por la noche (siempre es preferible que no salgan). También recomendarles que no hostiguen a ninguna serpiente.
  • Los niños pequeños deben ser llevados en andas al atravesar zonas con potencial presencia de ofidios.
  • En zonas con ofidios, colocar en las aberturas de las casas alambre tejido o similares a fin de impedir la entrada de los ofidios al domicilio.
  • No levantar piedras o troncos con las manos desprotegidas, ni meter la mano o el pie en agujeros del terreno, en huecos de árboles, cuevas, nidos y fogones abandonados. Antes de pasar sobre un tronco o roca examinar bien el otro lado por si hay serpientes y -si es posible- tantear con un palo.
  • Mantener el espacio peridomiciliario con pasto corto, libre de malezas y residuos que puedan atraer roedores que constituyen uno de los alimentos de los ofidios.
  • No dormir en el suelo. Durante el sueño la persona podría colocarse sobre una serpiente al cambiar de postura, ya que las serpientes podrían acercarse guiadas por el calor corporal.
  • Deben protegerse los predadores naturales de los ofidios venenosos (aves rapaces, algunas culebras) puesto que constituyen efectivos controles biológicos que evitan un desmesurado aumento de su población.

Fuente: ElPopular

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