Analizan la calidad de agua del arroyo en Olavarría y Tapalqué

Analizan la calidad de agua del arroyo en Olavarría y Tapalqué
Analizan la calidad de agua del arroyo en Olavarría y Tapalqué

Trabajan en conjunto el INTA, la Facultad de Ingeniería, el Municipio de Olavarría y el de Tapalqué. Las muestras se recogen en cinco puntos de cada una de las dos ciudades y se comparan en distintos sectores, estaciones del año y temperaturas.

En marzo de 2017 la Dirección de Desarrollo Sustentable de la Secretaría de Desarrollo Económico, la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) sede Olavarría y la Municipalidad de Tapalqué, a través del área de Medio Ambiente emprendieron el Proyecto de Observatorio de Calidad de Aguas de la cuenca del Arroyo. El observatorio tiene como objetivo el monitoreo permanente de las aguas superficiales y subterráneas, para verificar y controlar su calidad y/o peligrosidad para la población. Un tema que en diferentes épocas genera controversia en los olavarrienses.

Emilia Díaz, desde la Dirección de Desarrollo Sustentable dijo que “si bien comenzamos con el arroyo, con el tiempo queremos ampliar a diferentes cursos de agua”.

El Proyecto vigente consiste en la toma de muestra de cinco puntos de la ciudad del partido de Olavarría y el de Tapalqué. Las extracciones se hacen el mismo día, para que no varíe el factor climático y el agua se toma de una determinada profundidad.

Este trabajo se realizó por cada estación del año, “hicimos verano, otoño, invierno y primavera, es un trabajo bien en conjunto porque nos permite comparar en cuanto a condiciones climáticas, la estación, o el cauce”, explicó la Directora. De este modo, comenzarán a contar con datos estadísticos que permitan determinar cómo está compuesta el agua del arroyo y cómo se comporta de acuerdo a las variación de factores.

La idea es que “este muestreo sirva para conocer la calidad de agua para uso recreativo, para contacto directo” y para ello es preciso cotejar pruebas con las extracciones que se harán este año.

En cuanto a los resultados fisicoquímicos y bacteriológicos que se analizaron el pasado jueves entre los integrantes de las instituciones intervinientes, Díaz dejó en claro que “los valores dan diferente en algunos puntos por eso necesitamos tener comparativos” y por ello “no queremos decir que el resultado fue bueno o malo, porque en un punto da por encima del nivel permitido y al otro mes da bien”. Lo importante es ver por qué se dan estas fluctuaciones y, en caso de detectar el factor que influye en ello, poder revertirlo.

Datos comparativos 

Debido a que no existe una reglamentación guía en Argentina (sino que hay muchas normativas vigentes distintas) para evaluar los resultados, se consideraron de todas ellas los máximos permisibles según normativa (NMP) que regulan la calidad del agua para uso recreativo con contacto directo de los ambientes acuáticos superficiales. Para el estudio también sumaron otros parámetros microbiológicos -recomendados por la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación- como los de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, la Autoridad Interjurisdiccional Cuencas Río Limay, Neuquén y Río Negro (entre otros nacionales) y organismos de Canadá, Brasil y Estados Unidos. Al mismo tiempo, adhirieron al Decreto 831/93 y la Ley Provincial 24.051, para desechos peligrosos.

Cuando haya más resultados de muestras que se harán este año y en el 2019, podrán arribar a una hipótesis pero, por el momento, es prematuro. “Queremos datos que sean comparables año a año para evaluar”, explicó Emilia Díaz y concluyó manifestando que “los datos técnicos que tengamos permiten establecer políticas públicas”.

 

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