Enrique Pinti confesó que un cura quiso abusar de él cuando tenía 9 años

Enrique Pinti confesó que un cura quiso abusar de él cuando tenía 9 años
Enrique Pinti confesó que un cura quiso abusar de él cuando tenía 9 años

Enrique Pinti reveló una triste historia de su infancia en una interesante charla con el doctor José Eduardo Abadi para la revista Viva. El actor dió más detalles sobre un difícil episodio que vivió en su niñez.

“Tengo miedo a todo: a la oscuridad, a lo que no conozco, a perderme en los aeropuertos. Tengo diabetes y tengo miedo de quedarme ciego o que me corten los dedos del pie. Mi único drama eran las dietas que tenía que hacer desde los 8”, comenzó Pinti.

Y siguió: “Es una cosa tan rara que no la puedo analizar ni comprender. Hay muchos abusos hacia los chicos… Un cura me quiso toquetear en el confesionario. Me dio risa. Tenía 9 años. Era tan feo el tipo y tenía un olor a transpiración que te volteaba… era pleno verano. En ese momento, yo era un boludo que todavía no sabía cómo se hacían los nenes. Es un episodio traumático y yo no me río de la gente a la que le pasó eso. El tipo era un cura que estuvo poco tiempo en la iglesia. No se le podía aguantar el aliento a oveja muerta. Los varones nos confesábamos en su falda. El confesionario tenía la ventanilla para las mujeres al costado. Los hombres abríamos la puertita y nos poníamos en la rodilla del cura. De terror la cosa. De repente me empezó a preguntar si tenía malos pensamientos. Y yo, boludo, le dije que sí porque, a veces, pensaba en comer. O que quería matar a mi mamá porque me escondía la comida. Yo pensé que me preguntaba sobre eso. Entonces me empezó a tocar el cinturón. Y yo tenía bien en claro qué era lo que él quería. Me di cuenta de que nada tenía que ver con su función de cura. Lo que más recuerdo es su olor a transpiración penetrando y el mal aliento”.

El actor agregó: “Fue muy perverso. Pero, por mi actitud, el tipo se dio cuenta de que no podía avanzar demasiado. Lo único que tuve en cuenta fue no volver nunca más las tres semanas en las que estuvo. Es decir, no fui más al confesionario. Yo no le dije nada a nadie. No conté de este episodio hasta que tuve unos 50 años. El miedo iba más por el lado de que no me fueran a creer. Yo lo cuento así y se iban a pensar que era un chiste. Antes estas cosas no se hablaban. Y cuando eso cambió, lo conté. Ahora la gente sabe que todo eso existe y existió”.