“En Carlos Paz no estoy entrenando nada, no tengo fuerza de voluntad para hacer nada. Duermo cuatro horas por días. Por suerte tengo muchas escaleras donde estoy parando, y eso me ayudó. Tengo las piernas y los glúteos súper duros. La cola que todos me elogian la tengo así gracias a las escaleras, no subo más en ascensor. Señora, le recomiendo subir y bajar escaleras”, contó a la revista Paparazzi.