La duquesa de Sussex, Meghan Markle, cometió un desliz que fue tildado de bochornoso por varios medios ingleses: en su arribo a Tonga, la esposa del príncipe Harry se olvidó de sacar la etiqueta al vestido rojo que llevaba puesto.
En su nueva vida, la ex “Suits” tiene una agenda agitada y debe cambiar de vestuario rápidamente. Esta misma mañana debió usar un vestido color verde esmeralda del diseñador Jason Wu y el cambio de ropa arriba del avión le jugó una mala pasada.
El vestido rojo es un diseño de Self Portait que tieneun valor de $ 444 dólares, según el diario Daily Mail.
La mujer de Harry, quien hace solo dos semanas anunció su embarazo, no logró que miraran su pancita, sino un ¿pequeño? detalle.