Por Santiago Caruso (@Santiago_Caruso)
Las interminables colas con más de tres horas para entrar al natatorio del Parque Olímpico reflejaron la enorme expectativa que generaron las presentaciones de Delfina Pignatiello por los 800 y 400 metros libres de los Juegos Olímpicos de la Juventud.
#BuenosAires2018 | Enorme expectativa para la carrera de Delfina Pignatiello por los 400 metros libres #Natación. Esta es la cola a falta de tres horas: pic.twitter.com/j9hn8AdXRG
— Nexogol (@nexogol) 12 de octubre de 2018
La joven llegó a la cita como la máxima estrella y dicha condición se terminó confirmando en cada momento que salió a escena, la cual no solo se limitó al momento de la competencia, sino también cuando se permitió caminar por los parques y la Villa Olímpica: nunca pasaron cinco minutos sin que alguien le pida una foto.
Era tal la admiración de la gente con constantes muestras de afecto a través de autógrafos y fotografías, que hasta a algunos les dio pudor pedirle un recuerdo instantáneo. Ella, tan simple con sus brillitos en la cara y siempre dispuesta a una sonrisa, pareció no darse cuenta que era la joya del lugar. O llevó dicha condición con la misma naturalidad que se desplazó dentro de la pileta.
Durante las competencias, su salida detrás del telón y el anuncio por el parlante, llegaron junto a un derrumbe de gritos cual recital de estrella pop. Enseguida, el canto al unísono de “Delfina, Delfina”, reflejó un ambiente digno de estadio. La gran candidata brindó su función y le regaló a su gente dos medallas de plata.
Pese a las insignias que cosechó, en varias oportunidades manifestó su disconformidad con las marcas que obtuvo. Con tan solo 18 años, ¿habrá sentido semejante presión a la hora de competir? “No voy a mentir, se sintió un poco la presión. Pero me gusta que se pueda difundir mi deporte y mostrar el esfuerzo que hacemos todos día a día”, explicó con la autenticidad de una adolescente.
#BuenosAires2018 | El inicio de la carrera en la que Pignatiello consiguió otra medalla de plata en #Natación para #Argentina
Via @Santiago_Caruso pic.twitter.com/HXE1LDYC3o
— Nexogol (@nexogol) 12 de octubre de 2018
La encargada de que la fiesta no sea completa fue Ajna Kesely. En las dos carreras, la húngara conquistó el oro y arruinó el festejo total, pero ni cerca estuvo de opacar el aura que se creó alrededor de la atleta argentina.
Es que pese a los flashes, las entrevistas y los impresionantes récords que carga sobre el hombro, Delfina Pignatiello no deja de ser eso: una joven con enorme pasión por lo que hace. Auténtica, natural y talentosa, vivió una semana inolvidable y se dio el lujo de fomentar la natación. Y por más que el futuro le aguarde un porvenir lleno de éxitos, ella ya es una estrella en el cuerpo de una adolescente.