Con los Juegos Olímpicos de la Juventud aún jugándose, el futuro del deporte argentino comienza a transitar por un nuevo sendero con la asunción del nuevo Secretario de Deportes, Diógenes de Urquiza. Sus objetivos son claros: ahorrarle lo máximo posible al Estado poniéndo el rigor en las becas y gastos en el exterior.
“Yo soy muy malo para administrar mi plata, pero la que no es mía, para sacármela, me tenés que matar”. Esa es la presentación de Urquiza y lo que vendrá en el deporte olímpico desde el lunes, cuando Buenos Aires 2018 cierre la tercera edición del evento juvenil.
De coordinador del ENARD; ahora ocupará el cargo de Carlos Mac Callister, con una premisa: “Que el deporte crezca”. Las herramientas serán difíciles teniendo en cuenta la pérdida de presupuesto en el área respecto al año anterior, pero de Urquiza dice tener la manera: “Bajando costos en donde se justifica. Esto es una área de servicio, tanto la secretaría como el Enard tiene que trabajar para los deportistas”.
Sobre los costos, el ex Presidente de la Asociación de Pádel hizo una radiografía del estado de las becas: “Hay deportistas que cobran cinco becas. No tiene sentido. El Enard tiene aproximadamente 2.200 personas que cobran 3.000 becas”.
Consultado por Olé sobre un distanciamiento del Estado en tiempos de crisis económica, de Urquiza lo desmintió -en parte- con frases que retumbaron en el olimpismo: “La función del Estado no se la puede sacar nadie. Lo que no puede ser es que el deporte solo viva del Estado, es una locura. Hay muchas empresas que nos pueden ayudar. No puedo entender eso de ‘vamos a pedirle al Estado’. ‘Papá, dame plata’. No, andá a laburar, ya tenés 21 años”.
El flamante secretario se apoyó en el resorte que dejará estos juegos de la juventud respecto a estructura y equipamiento: “Con estos Juegos, el equipamiento está, es cuestión de ponerlo en los lugares que correspondan y podés entrenar tranquilamente”.
