Exclusivo: quién es el famoso “anti K” que firmó la primera Carta Abierta

Exclusivo: quién es el famoso “anti K” que firmó la primera Carta Abierta
Exclusivo: quién es el famoso “anti K” que firmó la primera Carta Abierta

Por Gonzalo Odriozola

Después de siete meses reapareció Carta Abierta, el espacio creado en 2008 por intelectuales “no partidarios” que esta mañana publicó un escrito pidiendo -con un “llamado ante una hora crucial”-, la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner en 2019.

Haciendo un poco de revisionismo, llamó la atención de quien escribe uno de los particulares firmantes de la primera carta del espacio que tiene como referentes a Horacio Verbitsky, José Pablo Feinmann, Horacio González o Ricardo Forster, entre otros.

Inesperadamente, uno de los 750 firmantes de aquella carta escrita en 2008 fue el escritor Federico Andahazi, columnista de Le doy mi palabra en Radio Mitre. Andahazi participa de programas políticos en TN y, casualmente, también formó parte del grupo de Intelectuales PRO llamado Mundo de Ideas, que en noviembre de 2015 escribió una carta que llamaba a votar a Macri: “El triunfo de Macri es el de la diversidad y la pluralidad de ideas”, rezaba uno de los párrafos de aquella carta.

La Carta Abierta/1 de 2008, firmada por Andahazi, hablaba del conflicto del gobierno de Cristina Kirchner con el campo, afirmaba que desde 2003 “las políticas gubernamentales incluyeron un debate que involucra a la historia, a la persistencia en nosotros del pasado y sus relaciones con los giros y actitudes del presente”.

Además, en otro pasaje de esa carta, se apunta a los “medios masivos de comunicación” que “estructuran diariamente la realidad y gestan la distorsión de lo que ocurre” como los principales generadores de la “confrontación alrededor de la política de las retenciones”.

Al respecto, agregaban: “Privatizan las conciencias con un sentido común ciego, iletrado, impresionista, inmediatista, parcial. Alimentan una opinión pública de perfil antipolítica, desacreditadora de un Estado democráticamente interventor en la lucha de intereses sociales”.

Y continúa: “La reacción de los grandes medios ante el Observatorio de la discriminación en radio y televisión muestra a las claras un desprecio fundamental por el debate público y la efectiva libertad de información“.

En ese mismo sentido, la carta hace alusión a la necesidad de recuperar “la palabra crítica en una escena social dominada por la retórica de los medios de comunicación”, “la palabra crítica que comprenda la dimensión de los conflictos nacionales y latinoamericanos. Así, extiende la problemática con “los medios en manos de los grupos de mercado más concentrados” a países como el Brasil de Lula, la Bolivia de Evo Morales y la Venezuela de Chávez

“En este sentido es que visualizamos la originalidad de lo que está ocurriendo en América latina (más allá de las diferencias que existen entre los distintos proyectos nacionales) y los peligros a los que nos enfrentamos, peligros claramente restauracionistas de una lógica neoliberal hegemónica durante los años noventa.

Por último, la misiva destacaba “‘las carencias’ del gobierno para enfocar y comprender los vínculos, indispensables, con campos sociales que no se componen exclusivamente por aquellos sectores a los que está acostumbrado a interpelar, no posibilitan generar una dinámica de encuentro y diálogo recreador de lo democrático popular”.

Y cierra: “Creemos indispensable señalar los límites y retrasos del Gobierno en aplicar políticas redistributivas de clara reforma social. Pero al mismo tiempo reconocemos y destacamos su indiscutible responsabilidad y firmeza al instalar tales cuestiones redistributivas como núcleo de los debates y de la acción política desde el poder real que ejerce y conduce al país (no desde la mera teoría), situando tal tema como centro neurálgico del conflicto contra sectores concentrados del poder económico”.

Tras firmar esa carta contra los “medios masivos” y “la lógica neoliberal hegemónica” en 2008, Andahazi fue muy crítico con el espacio y criticó duramente el kirchnersimo, además de defender a rajatabla -como ya se dijo anteriormente- a Cambiemos.