La reina Isabel II tiene un curioso artefacto para combatir el cansancio durante sus actos. Su hija, la princesa Ana, reveló en un libro sobre la biografía de la máxima autoridad de la corona británica que unos estudiantes australianos le regalaron un mano falsa a modo de broma, “pero quedó fascinada”.
“Creo que pensaron que le parecería impertinente, pero quedó fascinada”, dijo Ana en el libro titulado Queen of the World. Se trata de un guante de peluche con una palanca de madera que se puede poner en movimiento con un sólo toque, que luego comienza a moverse de un lado a otro y genera la sensación de un movimiento vivo.
Isabel II llevó el regalo al Reino Unido y lo tiene guardado en Balmoral, la residencia estival de la reina y su esposo, el duque Felipe de Edimburgo. “No creo que alguna vez lo haya usado en público, pero escuché quese convirtió en una broma familiar muy querida”, escribió el autor del libro.
