La dura infancia de Javier Milei

La dura infancia de Javier Milei
La dura infancia de Javier Milei

En la emisión de ayer del programa Debo decir, el economista Javier Milei encontró un espacio para poder abrirse y contar su dura infancia. Quizás motivado por la historia de vida de la actriz cordobesa Marr Tarrés -burlada por su sobrepeso-, Milei comenzó a revelar situaciones de violencia física y maltrato psicológico por parte de su propio padre.

Cuando el tema se había instalado en el debate, el economista reveló ante la consulta de Novaresio acerca de quién fue el responsable: “Mi padre. De chico había maltrato físico y estamos hablando de una persona de 1.90, no eran palizas normales. Después cuando estudiaba siempre fue muy despectivo para mi carrera, siempre me dijo que era una basura, que me iba a morir de hambre y que iba a ser un inútil toda la vida”.

Tras las sorpresivas reacciones de Analía Franchín y Magdalena Ruiz Guiñazí, quien acotó que “seguro que lo hacía por celos. ¿Era buen mozo él? porque vos sos muy buen mozo”, Milei agregó: “Rescato algo positivo de esto. Ante una crisis los cobardes se las pican y se quedan los que saben qué tienen que hacer. Por ejemplo tuve 9.43 de promedio como reacción al ataque de mi padre para que me fuera mal en la universidad. Y ante las dudas y miedos de otros, yo resuelvo como si nada”.

Cuando Franchín le preguntó por la complicidad de su madre, el economista reflexionó que para él “hay matrimonios que tienen contratos. Para mí ellos ya no existen” y reveló que no tiene relación con sus padres hace ocho años.

Inclusive Novaresio intentó una suerte de reconciliación familiar cuando le sugirió que tal vez sus padres lo estarían viendo por televisión y si quería decirles algo, el excéntrico Milei cortó con un rotundo:“Me importa un rábano”.