Carmen Barbieri fue víctima de un secuestro virtual

Carmen Barbieri fue víctima de un secuestro virtual
Carmen Barbieri fue víctima de un secuestro virtual

Una noche muy dura pasó Carmen Barbieri (63) luego de recibir un llamado anónimo de alguien que se hizo pasar por su hijo, Federico Bal (28). La persona que la llamó y simuló ser Fede le dijo que había sufrido un asalto.

“Llamaron a mi vieja diciéndole que había tenido un accidente. Suelen hacer esto para sacar información, para extorsionar y hasta para pedir dinero”, contó el actor en su cuenta de Twitter. Y luego recomendó: “Tengan mucho cuidado con esto, que no los agarren desprevenidos”.

El diario Clarín se comunicó con Carmen, quien no ocultó su preocupación por lo sucedido. “A eso de las 2:30 de la madrugada sonó el teléfono de mi casa, el de línea, que lo tiene muy poca gente. Por eso me asusté, porque imaginé que a algún ser cercano le podía haber pasado algo”, arrancó la capocómica con su relato.

Y continuó: “Era la voz de un muchacho. Te juro que era la voz de Federico diciendo: ‘Mamá me asaltaron, estoy todo golpeado, estoy herido. Bajá y atendeme, por favor’. Yo me hice la que no escuchaba y corté”.

Inmediatamente, Carmen llamó a Federico, que se encontraba viajando en un auto rumbo a Mar del Plata, luego de finalizar la función de Magnífica. “Pensé que lo habían asaltado en la ruta o al salir para allá”.

Afortunadamente, Federico le respondió el llamado e intentó tranquilizarla. “Me dijo que estaba bien y que podía ser un llamado de la cárcel, haciendo un secuestro express, pidiendo plata. Me pidió que no les preste atención y que me quede tranquila”.

Pese a escucharlo, ella le pidió a Federico que le pase con uno de sus acompañantes en el auto, para despejar todas sus dudas. “Me pasó con un bailarín de la obra que lo acompañaba y me confirmó que estaba todo bien”, contó.

“Después, Fede me pidió que no abra la puerta, que tenga cuidado porque capaz estaban abajo”, siguió Carmen, y reconoció que la situación la dejó muy nerviosa durante toda la noche, motivo por el cual no pudo dormir.

“No me pude quedar tranquila porque la voz parecía la voz de Federico. ¡Dios mío, cómo me asusté! Me tuve que tomar un tranquilizante. Ahora estoy con fiebre y antibióticos. Pasé una madrugada durísima. Nunca me había pasado”, aseguró Carmen, que desconoce si el llamado fue “al voleo”.