Juventus disputó el partido contra Hellas Verona con muchas emociones atravesando al encuentro. El festejo del título de la Serie A ante su gente, el cierre de una temporada en la que ganaron Liga y Copa, y sobre todo, la despedida del mítico arquero, Gianluigi Buffon.
En un contexto de fiesta absoluta por parte de los hinchas de la Vecchia Signora, el tanteador recién se abrió gracias al defensor Daniele Rugani en el minuto 49 del segundo tiempo. De no pasar nada, a otro golpe rápido del campeón. Tres minutos más tarde, el bosnio Miralem Pjanic apareció para sentenciar el partido que tenía como protagonista a la Juventus sobre el descendido Hellas Verona.
Pero el compromiso no quedará en el recuerdo por el gol del central Italiano o por el resultado en si. Sino por el adiós de nada más y nada menos que Buffon. En el minuto 60 del complemento, Gigi fue reemplazado y el estadio se vino abajo en una ovación histórica que hizo llorar hasta al más rudo. La historia viva de la Juventus estaba dejando la cancha.
El partido siguió, pero con todas las miradas puestas en el banco de suplentes. En Buffon, que estaba disputando sus últimos minutos con la camiseta blanca y negra de su amado equipo de Turín. En el terreno de juego, Cerci anotó el descuento para el Hellas Verona cuando restaban 15 minutos, que solamente sirvió para estadísticas.
La Juve ganó, celebró con su gente la Liga y la Copa y despidió a Gigi que durante la semana explicó que tomó la decisión de despedirse del club turinés de forma serena y que decidirá, con más tranquilidad, si sigue jugando al fútbol o cuelga definitivamente los guantes.
