Los Rockets fueron el mejor equipo de la NBA durante la temporada regular. Anoche, en el segundo partido de la serie ante los Warriors, volvieron a parecerse a aquel conjunto que llegó a los playoffs en altísimo nivel, apabullaron 127-105 a Golden State y emparejaron a un triunfo por lado la final de la Conferencia del Oeste.
James Harden y Eric Gordon anotaron 27 puntos cada uno y lideraron un ataque muy agresivo de Houston, donde también se lució el base Chris Paul, quien manejó el ritmo del juego superando la marca de Stephen Curry a cada momento.
Antes del partido, las dudas pasaban por saber si los Rockets serían capaces de recuperarse del golpe anímico que recibieron en el primer juego, donde a pesar de mostrar un rendimiento destacable, fueron ampliamente superados por unos Warriors que de a momentos parecen invencibles.
Además del gran aporte de sus principales jugadores, los Rockets encontraron soluciones en algunos actores secundarios de la plantilla como Trevor Ariza (19 puntos y seis asistencias), P.J. Tucker (22 tantos y siete asistencias) y el ya mencionado Eric Gordon.
Los Warriors, acostumbrados a imponerse por la calidad individual de sus figuras, anoche se vieron condicionados por el gran funcionamiento defensivo de su rival.
Salvo Kevin Durant, que finalizó con 38 puntos, el resto de los jugadores del equipo californiano, incluidos Curry (16 puntos, siete rebotes, siete asistencias) y Klay Thompson (ocho puntos, dos rebotes, dos asistencias) se mostraron incómodos y sufrieron el trámite del partido.
La serie ahora se muda a Oakland, donde los Warriors recibirán a Houston en el tercer y cuarto juego. Los choques serán el próximo domingo 20 a las 21 horas y el martes 22 a las 22 horas.
