“Ver morir a mi mejor amigo en mis brazos fue lo peor que me pasó en la vida”

“Ver morir a mi mejor amigo en mis brazos fue lo peor que me pasó en la vida”
“Ver morir a mi mejor amigo en mis brazos fue lo peor que me pasó en la vida”

centurion

Ricardo Centurión brindó una nota para Página 12 en donde mostró su lado íntimo, uno que no se conoce mucho, por no decir nada. Contó todos los sucesos polémicos en los que se vio envuelto, los conflictos en su vida y lo peor que le pasó: ver morir a su mejor amigo en sus brazos.

Respecto a los momentos polémicos que se dieron a conocer públicamente, Centurión dijo: “La sociedad misma parece que está esperando que pase algo, o por ahí yo me siento un poco más marcado que otros jugadores, o me exigen más por ser quien soy y por venir del lugar que vengo. También la realidad es que yo solo me busqué que me señalen o me apunten con el dedo, pero a veces siento que se van un poco más del rol normal” y agregó, más adelante: “Lo pasaron hasta en Cartoon Network. Yo me río, pero mi familia es la que consume. ¿Cómo le digo a mi abuela y a mi mamá que no consuman eso cuando siempre miraron todos los programas y los noticieros?”.

Durante esta entrevista a Página 12, Centu tambien explicó por que ya no vuelve al barrio que lo vio nacer: “Yo ya no voy más al barrio porque no se puede ir más. Cambié, ya no soy el Caco, como me decían en el barrio, ya soy Centurión y para muchos ya soy un signo pesos caminando. Ya lo sentí últimamente cuando iba. Entonces iba a perder, no iba a ganar. Yo me sentía el pibe más feliz del mundo ahí, pero, a la vez, le hacía mal a mi familia, porque en cualquier momento cualquier pelotudo me la iba a poner. Hoy, prefiero decirles a mis amigos ‘vamos a tal lado’, a tal lugar, encontrarnos en otro lado y no me considero un gil por eso, porque termino ganando, me voy a dormir a mi casa, tranquilo, y al otro día entreno. Me costó años asumirlo. Entonces, en ese sentido, trato de protegerme a mí y a mi familia. No voy a dejar de amar a ese lugar, ni voy a olvidarme de donde salí pero, lamentablemente, hoy no puedo volver. El que me entiende, me entiende. Y el que no, allá ellos”.

Por último, así le relató Centu a los colegas Sebastián Varela del Río y Damián Cáceres de Página 12 el peor momento de su vida: “Se llamaba Gastón. Él y mis amigos se fueron a un boliche acá en Avellaneda. Yo no fui porque ya había salido la noche anterior y estaba cansado. Cuando vuelven, podían tomar dos líneas de colectivos: la línea 33 M y la línea 33 C; Él toma la M, se baja y tiene que hacer un tramo caminando para entrar a la villa. En ese tramo, se cruza a tres pibes y discuten. A las dos horas volvieron al lugar donde estaban mis amigos y ahí ocurrió lo que ocurrió: una pelea. El otro chico va, busca en la casa un cuchillo y cuando vuelve le da una puñalada a Gastón. Cuando se escuchó la pelea, mi mamá no me quiso levantar para que no salga y me sume y me avisó cuando ya no se podía hacer nada. Yo vivía en la parte de arriba de la casa, me desperté sin entender nada y tenía una escalera hasta la calle. Cuando bajo, lo veo venir tambaleándose y él se cae en el asfalto. Se asustó, se quedó pálido. Lo encontré casi sin vida, en los brazos míos, mirándome. Parece de película, pero es verdad, estaba con su mano en el corazón queriéndome decir algo que no le salía. En medio, había un estado de desesperación, con todos corriendo para todos lados buscando un remís para llevarlo, pero ahí en la villa nadie quería prestar el auto y todos se lavaban las manos. Un vecino puso un camión de la municipalidad, pero ya era tarde. Cuando llego al hospital me informan que había fallecido. Ese fue el golpe más duro que sufrí en mi vida”.