La historia de los dos fisicoculturistas que temen por sus vidas después de pasar 30 años inyectándose esteroides

La historia de los dos fisicoculturistas que temen por sus vidas después de pasar 30 años inyectándose esteroides
La historia de los dos fisicoculturistas que temen por sus vidas después de pasar 30 años inyectándose esteroides

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La historia de los fisicoculturistas brasileros que empezó con la ilusión de tener los biceps de Arnold Schwarzenegger y ahora temen por sus vidas. Con esta escena, surge la incógnita sobre qué es el fisicoculturismo ¿ Es un estilo de vida o una obsesión? En 2016,  se hizo conocida en Brasil y en el mundo la muerte de Mateus Ferraz, por la ingesta de anabólicos. Desde alli, la disciplina se encuentra envuelta en una polémica tras otra.

Dos años después, volvemos a tierras cariocas para tratar un nuevo caso de consumo de sustancias para “inflarse” más rápido y de una manera poco natural. Tony Geraldo, de 49 años, y Álvaro Pereira, de 50, confesaron a la prensa local que consumían de forma frecuente una sustancia llamada Potenay B12, comúnmente empleada por veterinarios en los caballos.

Los oriundos de Rio de Janeiro tienen como referente al protagonista de Termineitor, y fue por él que comenzaron a inyectarse diversos productos químicos como el mencionado Potenay B12,  encargado de acelerar el crecimiento de los músculos y el Synthol el cual se utiliza para aumentarlos y endurecerlos.

El producto, que parece extenderse en el ambiente del fisicoculturismo brasileño con el paso del tiempo, es altamente adictivo y provoca depresión, daños en el hígado y en los riñones,y esa es la delgada linea entre alcanzar una utopia y cuerpo soñado o terminar llegando a una muerte fatal.