El suizo Roger Federer llegó al Australian Open con el cartel de favorito, y hasta el momento, no sólo lo mantiene, sino que lo ha agrandado.
Tras dejar en el camino a Aljaz Bedene, Jan-Lennard Struff y Richard Gasquet sin ceder ningún set, el expreso suizo hizo un repaso de lo vivido hasta el momento en diálogo con un periódico alemán
“Estoy muy satisfecho hasta el momento. Gané tres veces, tres victorias en el primer torneo oficial del año, es ideal. Hace unos meses fue bastante diferente en el US Open, allí tuve que pasar por algunos partidos largos y ganar en cinco sets durante los primeros dos encuentros. Tarde o temprano acabas pagando ese desgaste en algún momento, tiene un precio caro. Además a Nueva York llegué bastante machacado físicamente”, recuerda el helvético en la comparación de sus dos últimos majors.
Por otra parte, dejó una contundente frase sobre su espíritu competititvo: “Para mí no existe mucha diferencia entre perder en primera ronda y perder en los cuartos de final. Aquí he venido a ganar”. “Así que, en ese sentido, todavía no me ha ocurrido nada grandioso ni especial. Estoy con una mentalidad muy positiva porque me veo seguro jugando, me siento tal y como esperaba. Las condiciones que tenemos aquí me van muy bien y, al mismo tiempo, tengo la sensación de que todavía tengo mucho margen de mejora en cuanto a tenis”, analiza el cinco veces campeón del primer grand slam del año.
Sobre su próximo rival, el húngaro Marton Fucsovics, explicó: “Estuve entrenando con él el año pasado en Zurich. Lo poco que conozco es que es un trabajador muy duro que se encuentra mucho más cómodo compitiendo en pistas rápidas como la de Melbourne”, señala el suizo. “Le recuerdo jugando también muy bien en el último ATP 500 de Basilea ante Marin Cilic. Sería un error por mi parte pensar que tengo el camino hecho simplemente porque el cuadro se me abrió un poco tras algunos resultados inesperados”, confesó con prudencia.
Finalmente, reveló cómo afronta el día a día en Melbourne para encontrar su mejor forma: “He pasado unos días muy tranquilos, me acuesto tarde pero trato de dormir el máximo tiempo posible de cara al día siguiente. Más allá de eso, intento relajarme y estar descansado de piernas, a veces hasta tengo que tener cuidado de no aburrirme. Pero finalmente llegó el día y aquí estoy para jugar al tenis. Paso mucho tiempo en la habitación, renuncio a hacer turismo o a ver otros partidos”. Y remató, contundente: Siento que puedo hacer algo grande aquí”.
