Hoy Darío Benedetto es el 9 titular de la Selección Argentina. Un año en Boca le bastó para convencer a Jorge Sampaoli para convocarlo y su empuje, lo hizo titular. Pasó todo muy rápido, pero El Pipa pasó mucho hasta poder llegar hasta el lugar donde está hoy, y atravesó momentos que lo marcaron a fuego. La más fuerte fue el fallecimiento de su madre, cuando apenas era un niño de 12 años.
A esa edad, mientras Benedetto jugaba un encuentro en el Torneo Eivta, su mamá, que estaba en la cancha se descompensó de los nervios. No llegó con vida al hospital. Tras el incidente, el Pipa dejó el fútbol por cuatro años. Durante ese plazo trabajó de albañil y tocó los timbales en una banda de cumbia, hasta que un día lo convencieron y volvió a las inferiores de Arsenal de Sarandí.
El chico de barrio Berazategui no estaba del todo convencido, pero se prometió que por su madre no abandonaría el sueño de triunfar en el fútbol. Era lo que ella más quería.
Sin embargo, en Arsenal no pudo establecerse en Primera tras debutar en 2008. Fue cedido a préstamo a Defensa y Justicia y, luego, a Gimnasia de Jujuy.
“Jujuy fue testigo de un jugador que ya pintaba para diferente. Llegó en 2010, a préstamo. Fue dirigido por Francisco Ferraro. Benedetto no era el Pipa, sino que le apodaban el Diablo. Hizo 11 goles en 19 partidos en su paso por Gimnasia. Se destacaba por sus grandes definiciones, la contundencia, también el lujo y la precisión. Los jujeños lo disfrutaron y ya empezamos a ver que estaba preparado para hacer grandes cosas”, contói a Mundo D Enrique Córdoba, periodista de Radio Nacional Jujuy.
En el Lobo jujeño explotó, volvió a Arsenal ya maduro y dio el salto al fútbol de México, al club Tijuana en 2013. La rompió (21 goles en 43 partidos) y lo compró un gigante: el América.
Allí las cosas le estaban saliendo muy bien (11 goles en 32 PJ) hasta que Boca llamó a su puerta y a su corazón en 2016. Tras un inicio algo complejo, logró demostrar su valía.
“El ‘Pipa’ es un animal y un tipo que entrena como nadie. Es una persona muy tranquila y adentro del área no te perdona. Realmente está pasando un gran momento y se merece todo lo que le está pasando. Es muy buena persona, siempre nos habla a los más chicos. Es un genio y la que tiene abajo del arco, te liquida”, agrega Gonzalo Maroni, el cordobés ex Instituto que es compañero suyo en Boca.
Como alguna vez lo soñó su mamá: Benedetto de titular en la selección, en la cancha de Boca.
