Sampaoli hizo de todo y hasta chateó con Messi

Sampaoli hizo de todo y hasta chateó con Messi
Sampaoli hizo de todo y hasta chateó con Messi

Sampaoli

Como un león enjaulado, un surco dibuja Jorge Sampaoli de un lado al otro mientras juegan sus equipos. Desde la Liga casildense hasta hoy. Incansable, ese perfil público se mantiene en la intimidad.

Hiperkinético, no para. Siempre detrás de un imposible, ganarle al tiempo, pero igualmente presenta batalla. Al menos se conforma con atenazar todos los detalles a su alcance para intentar acorralar al azar.

Entonces, dibuja nuevos ejercicios, dirige a los juveniles, genera encuentros personales o telefónicos, viaja. Escucha, discute, interroga. Exige. Siempre.

Viento de cola impulsa a la selección desde hace algunas semanas. La sanción a Lionel Messi quedó en el olvido y en los próximos días una decisión del TAS reconfigurará la tabla de posiciones camino a Rusia 2018 y la Argentina trepará al cuarto puesto.

Sólo un peldaño, es cierto, pero el escalón que la depositará en zona mundialista justo antes de jugar en Montevideo.

Según detalla el diario La Nación, Sampaoli no cree en distracciones porque odia las excusas. Entonces elige la acción. El 6 de julio comenzó un raid de entrevistas futboleras.

Rosario fue el punto de partida, cuando recorrió los casi 300 kilómetros para conversar con Banega. Luego, en Ezeiza, se reunió con Otamendi y con Romero, antes de que viajaran a Manchester.

También charló telefónicamente con Agüero para explicarle su propuesta -no había sido citado para la gira bautismal por Australia y Singapur- y evaluar su grado de entusiasmo y compromiso.

No se distrajo con el destrato de Diego Maradona (“Estoy enojado con el Corcho”, lo atacó). Y sí se las ingenió para atender otras sensibilidades que lo movilizan.

No se demoró en visitar al cantante Patricio Fontanet en el penal de Ezeiza, ni en ir a ver a la banda La 25. También se escapó hasta la calle Corrientes para ver a su admirado Julio Chávez en la obra “Un rato con él”. Su agenda está cruzada por la intensidad.

Tanto que hoy, sí, hoy, estará tomando un vuelo. Rumbo a Lima, para responder a una invitación del club Sport Boys, su segunda experiencia como entrenador en Perú, entre 2002 y 2003.

El próximo lunes Sampaoli volverá a subirse a un avión. Viajará a Europa, acompañado por Sebastián Beccacece, con una hoja de ruta muy definida: desembarcará en París y seguirá por Milán, Londres, Barcelona, Sevilla, y de nuevo Barcelona.

Verá a Di María, Icardi, Biglia, Dybala, Higuaín, Lanzini, Mascherano, Mercado, Joaquín Correa, Pizzaro, Banega, y a Messi, claro, entre otros.

Desde Barcelona -donde observará la primera final de la Supercopa española entre los catalanes y Real Madrid, el 13, antes de regresar-, hará un viaje relámpago hasta Madrid para visitar a Augusto Fernández, ya recuperado de la rotura del ligamento cruzado anterior derecho que lo mantuvo inactivo desde septiembre del año pasado.

Esta excursión por el Viejo Continente le ocupará la primera quincena del mes y la lista para los duelos con Uruguay y Venezuela (31 de agosto y 5 de septiembre), en la reanudación de las eliminatorias, se conocerá el 11 de agosto, precisamente cuando el entrenador se encontrará en el final del recorrido.