El 13 de julio de 2014, en el estadio Maracaná y con apenas 22 años de edad, Mario Götze marcó un gol que lo convirtió en todo un héroe en su Alemania natal.
Con ese gol el mediocampista le dio a los germanos el título del Mundial de Brasil y sentenció los sueños argentinos.
Pero dos años después, la historia de Götze -una estrella en ascenso con más de siete temporadas en la Bundesliga alemana- está amenazada.
Su equipo, el Borussia Dortmund, anunció que el jugador de 24 años tuvo que abandonar los entrenamientos de manera indefinida por “una alteración en su metabolismo”.
Consecuentemente, el delantero aumentó varios kilos. No juega desde febrero y no sabe cuándo volverá,
“Estamos haciendo un análisis interno para determinar con precisión de qué alteración se trata”, señaló el club en un comunicado emitido la semana pasada.
