Entre las lesiones que le pisan los talones y los casos polémicos dentro del plantel, Guillermo Barros Schelotto anda con poca paciencia. Y se ve que se levanto de malas, porque tomó una decisión que no le cayó nada bien a los hinchas de Boca.
Los socios xeneizes fueron invitados por el club al predio de Casa Amarilla para presenciar el entrenamiento del plantel profesional. Además, esos hinchas tenían la posibilidad de ir acompañados por un amigo o familiar.
La cita estaba pactada para las 10 de la mañana, pero el DT frenó todo y le impidió a los hinchas ver sus ídolos.
Los fanáticos se enteraron que no iban a poder entrar a eso de las 11.45.
La invitación
